
Desde Jovel
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El significado resuena en nuestra comunidad como esquemas que se reflejan y trascienden en aquellos entramados de memoria; nos recorre la piel, la sangre, las manos y el corazón, pero finalmente se materializa en nuestra propia experiencia visual frente al mundo. Esa evidencia casi tangible del pasado, se posibilita mediante el uso de las formas visibles por nuestra incomprensión del tiempo.
En Casilda Mut estamos constantemente re-aprehendiendo las formas que nos han rodeado desde que abrimos nuestras alas en el Valle de Jovel, nuestro hogar, el lugar que nos cobija, nos mantiene unidas, nos da libertad, fortaleza e identidad.
La identidad es flexible, hay cosas que perduran y otras que se transforman, tal como lo hacen las formas. Sin embargo, Casilda regresa a casa como la figura que permanece inmutable en su corazón. Nuestra historia es lo que somos y está ligada siempre a un espacio, a lo que denominamos hogar: El Valle de Jovel.
Así, Desde Jovel es una manera particular de representar lo que contemplamos desde nuestra experiencia, recordando que hay diversas actitudes ante la realidad.

El Valle de Jovel
Antes de la llegada de los españoles, el Valle de Jovel era conocido como Hueyzacatlán, del náhuatl “junto al zacate grande”. Posteriormente, el nombre cambió a Valle de Jovel, que significa “pasto grande” en tsotsil y fue fundado en 1528 por Diego de Mazariegos. Para 1848, la ciudad tomó el nombre oficial de San Cristóbal de las Casas.
En el Valle de Jovel, el recinto era el centro y abarcaba algunas cuadras alrededor de la plaza mayor, en las que habitaban familias españolas y gente a su servicio. En cambio los barrios eran los espacios de vivienda indígena.
En Jovel, cada barrio tiene su santo patrono o virgen y están organizados según las actividades económicas que predominan en la colonia, tales como la alfarería, creación de velas, producción de dulces y pan, pirotecnia, juguetes de madera, etcétera.
Desde la perspectiva estilística, Jovel se encuentra situado históricamente en el estilo barroco como una herencia de elementos formales que caracterizan nuestra arquitectura (principalmente). Las prendas de Desde Jovel, parten de la comprensión de una realidad basada en elementos visuales de nuestro entorno. En el entendido de que nos interesa rescatar las formas barrocas para acceder al pasado y analizar el desarrollo, la contingencia y la evolución de las mismas.

Cómo vemos las cosas
En cada proceso creativo nos generamos cuestionamientos que nos crean camino para la construcción de una nueva colección que lleva consigo cargas significativas y elementos apegados a nuestra identidad. Así, algunas de las preguntas que explican y sustentan este proceso son, ¿qué significa ver? ¿por qué las formas cambian? y cómo explicar su desarrollo?
Durante el desarrollo de la colección, en Casilda Mut, hemos cristalizado formas en patrones, contornos, trazos y figuras geométricas que son parte de la configuración de una realidad que contiene postales, edificios, alrededores, viajes y más.
Hemos lanzado una red y en ella hemos encontrado un mar de posibilidades, ciertas formas que nos hacen sentido. La forma, la cual ha viajado en un juego con la configuración del tiempo perdura en el instante presente; es de esta manera como Desde Jovel es nuestro ahora, una visión que no es precisamente un espejo, sino una compresión de la realidad en donde somos y nos encontramos. La construcción de nuestras prendas son el reflejo de cómo percibimos el hogar y la construcción del espacio que habitamos.
El hilo y las técnicas artesanales se apropiaron de las mismas formas, impulsando así la evolución en el transcurrir de esta colección. Creemos que así como la arquitectura configura el espacio desde el entorno, la vestimenta lo hace desde el cuerpo propio y el ajeno (la piel y la tela). Para Casilda el hogar remite constantemente a ese valle inconfundible, en donde se levantaron sus primeros contornos y se tejieron sus primeras líneas.


Habitamos las formas
El estilo geométrico se hace presente desde la utilización de líneas que configuran a su vez figuras más complejas como triángulos, cuadrados y círculos. Historiográficamente se reconoce que este estilo nace como una necesidad de construir espacios, es decir, el inicio de la construcción coincide con el inicio de los textiles y el desarrollo de esquemas que encuentran su origen desde las técnicas del trenzado y tejido de fibras vegetales. Como resultado de esta práctica manual el ser humano creó la noción de un adentro y un afuera, misma que retomamos con los ensambles de esta colección.
Desde Jovel aborda esta noción desde el habitar de las prendas para dar sentido a un concepto importante: la envolvente arquitectónica (Semper, 2004). Proponiendo que el material, las técnicas, el diseño y la composición de cada una de las piezas que componen esta colección sean un medio que configure la relación entre el interior y el exterior, es decir, reconocer la dimensión del espacio entre dos momentos (pasado y presente), dos cuerpos (piel y tela) y dos intimidades (cuerpo y entorno).
Desde Jovel es un recordatorio de que las formas tienen vida propia, por eso se transforman y además, son vehículos que posibilitan el acceso al pasado a miras de construir constantemente el instante.